lunes, 31 de diciembre de 2018


Era un ejercicio lastimero pensarlos a ellos.
Si ya tenía suficiente con el hecho de perder, peor aun si la tension se acumulaba cuando se imaginaba los pensamientos de los demas.
Que pensaran sus padres?
que pensaran sus amistades?
que pensaran sus hermanos?
La primera respuesta era demoledora... simplemente nada.
No era ningun punto digno para ver.
La segunda respuesta no traia nada bueno tampoco
Por aquel entonces pensaban que era un estupido, que no fui suficiente, que no fui lo necesario, que no fui lo esperado. Pensaran que fui descartable.
Que no fui agradable. Que falle. Que era el perdedor.
Que no merecia nada. Que no era para ella.
Qué habra pensado la madre al verme llegar? un desconocido enamorado que traia algo para su hija, como un estupido enfermo que no sabe lo que hace.
Que habra pensado su hermana en la salida? este tipo no habla, no dice nada, no es nada interesante, no es divertido.
Pero porque comenzaría a confiarme cosas? eso fue algo extraño...
sin embargo hay algo que me habia descolocado...
una escena que no se si fue asi o si me la imagine, o si se trataba de otra cosa pero yo la interprete mal.
Fue como si le preguntara... que pensas de el? o como si le preguntara... que te parece? da para algo? como nos ves?... y la respuesta... completamente negativa.
Si hay algo que te indica directamente que estas haciendo las cosas mal por que no las viste?
si ella no se quedo luego, cuando todo estaba dado para eso, entonces por que seguir insistiendo?
Es facil desechar cuando tienes todo detras... pero es mas dificil cuando no tienes nada.. no es asi?
Que habra pensado la madre de sus amigas? con ella compartia un monton de complicidades, de miradas, gestos, palabras referentes al hecho.
Que habra pensado cuando ella aparecio al fin con otra persona? todo quedaba en un cumulo latente de extrema sensibilidad, apunto de explotar y desaparecer. Aunque lo mas seguro era que para ese entonces nadie se habia acostumbrado a eso de los dos juntos. Y entonces fue tan simple de desvanecerse como fuerte en consumarse.
Fue por eso seguro que su alma se sintio alejada. Como si sus seres queridos se hubiesen dado la vuelta para jamas verlo. Que mas podria haber hecho que no era estar muerto?
Como se contaria asi mismo entonces la historia? seria la historia de uno de los mejores momentos? seria la historia del peor? se trataria de una separacion? o de una superacion?
Se trataria de aquel que fallo?

Algo asi como 20 años y aun no habia estado preparado... miles de cosas que pasaron... el niño que era se habia perdido en un sotano tras los pasos de quien crece, poco a poco mas muerto de miedo, poco a poco mas confundido y maltratado. Por lo que no era raro el nacimiento de nuevas personalidades atendiendo a las demandas de sus pensamientos, sensaciones, sentimientos. La frialdad... el egoismo... el enojo... el vacio.


Fue entonces como en ocasiones se contaba la historia de su desecho, de la vez que dio todo y habia sido dejado de lado.







Dejar de existir... cómo será eso?
dejar de tener la capacidad incluso para manipular los impulsos que muevan mi mano...
Pongo mi mano frente a mí, la abro y la cierro como si tratara de entender eso. Eso de cómo sería no poder hacerlo nunca más.
Pero no era tan simple... era... al punto de dejar de tener consciencia, ya que no es solo tener una enfermedad que te deje en un estado constante de parálisis,
o tener ciertas funciones o sentidos dañados. No, se trata de perderse...
Dejar de ver, respirar y sentir...
Pero... se sentirá algo más?
No dejo de pensar en que depende mucho de las circunstancias...
una cosa es morir sin saberlo, un "accidente", un asesinato...
pero otra es... ponerle fin a tu vida.
Dejar tus seres queridos por tu propia voluntad...
y dejarte a la posibilidad de llevarte a la inexistencia, con todo lo que ello conlleva.
Planes inacabados, experiencias y sensaciones que podrían haber sido las mejores, haber cambiado de su triste monotonía o tal vez arriesgarse a pasarlas incluso aunque haya peores con el propósito de que al fin haya algo mejor.
soy capaz de querer no estar más?
soy capaz de fulminar mis esperanzas y mis posibilidades?


Esto de los fragmentos, de los ciclos de "estar bien y estar mal"...
esto de caer constantemente en condiciones determinadas (favorables o desfavorables) donde las cosas pueden ser descritas en base a "poner como términos generales si es bueno o malo", dejar a la balanza decidirlo.
Que sucede cuando la balanza nunca esta bien dirigida a un sector? cuando todo es confuso..?
Que sucede cuando algo se rompió y no se vuelve a estar como antes.. y ni siquiera los momentos buenos podrían saber igual de bien?

Respirar


Minutos atrás estaba viendo un video sobre un hombre que le estaba enseñando algo a otro.
La cuestión es que el "profesor" le pidió que respirara profundamente a su "alumno" y que estuviera consciente del hecho de respirar, que se concentre. Pronto había cambiado la cara del alumno que comenzaba a estar en otro estado. Mas él no lograba entender toda profundidad del asunto. ¿Ese era el resultado de la meditación que quería mostrarle? hay detrás un secreto? hay mas detrás de las nociones de respirar?
El profesor le dijo, si sigues concentrándote llega un punto en donde sientes que tu dejas de respirar y en realidad hay algo que te respira.
Esa frase me dio vueltas en la cabeza pero no llegaba a comprenderlo y en ese momento me hubiese gustado saber a lo que se refería. Pensé que iban a pasar muchos días o quizás años antes de empezar a dilucidar el tema.
Pero no fue hasta hace unas horas que... mire por la ventana abierta de mi cuarto.. y vi la noche en todo su esplendor.
Y no pude evitar pensarme a mí estando afuera... al fin tranquilo mirando lo hermoso del paisaje nocturno sea cual fuere, mientras el viento pasaba aliviándome... y entonces ahí lo encontré.
La noche misma ingresaba en mi respiración... en realidad... la noche estaría respirándome.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Silencio



Siento que el silencio se esparce hasta hundir mis sentidos,
ahogarlos en un mar de agobio del cual ya no puedo esperar nada. Del cual no se puede salir.
Más que tranquilidad lo que encuentro es dejedad.
Más que felicidad lo que encuentro es nostalgia y falta de sentido.
Mis ojos se vuelven hacia adentro... comprimiendo los fragmentos del pasado,
quizás era un cristal roto intentando mantener las escenas guardadas en instantes infinitos de tiempo.
Mis labios se tornan secos y mi mente pálida.
Como un robot intentando realizar un proceso, quedándose trabado por alguna falla en su sistema,
repitiendo una y otra vez los impulsos del comienzo.
En este silencio no hay calma. Pero tampoco se despierta la desesperación. No hay fuego interno...
No hay sueños, no hay metas, no hay esfuerzos que logren cosas buenas.
No es un estado de transición, es lo eterno volcándose en un insuficiente espacio... en la neutralidad mezclada con una pizca de amarga condena.
Y aunque los ruiseñores canten en el bosque del Remolino de la Laguna Negra,
Aun el silencio permanece inalterable tras su eco.
El sonido no puede ingresar por sus oídos...
solo hay sonidos que son silencio y que son estruendosas explosiones atravesando su mente.
El paso de la calma aplastando el pasto del suelo...
El tacto magnético entre las hojas de la rama de los arboles mecidas por el viento...
Los guardianes de madera en sus posturas perfectas.
La ondulada forma del lago dejada como una marca de algo que lo mojó, que mojó al propio lago.
Algunos granos de tierra rodando pocos centímetros en el suelo plano, siendo la caricia de la magia a lo intrascendente.
Y su respiración... era la fantasía susurrando desde el mundo de sombras. Llegando a los hongos, flores y animales iluminados por la noche desprendiendo chispas. Iluminados por la oscuridad, que ironía.
A veces en el silencio se frena el tiempo y la rigidez aprieta el ambiente hasta convertirlo en un punto negro en el que la inercia de ir hacia adentro se enloquece y estropea el objeto.
Allí estas entonces saltando a una vida ajena, despertando una vez más para volver a caer en el sueño.




lunes, 24 de diciembre de 2018



Quizás no se deba tomar tan literal los análisis. Muchas veces tenemos conocimientos que solo se aplican en ciertas condiciones determinadas, y solo en ciertos ámbitos.

Por ejemplo tomar un problema social como si se trataran de problemas informáticos, como si cada miembro fuera un nodo de un sistema.
Pero necesitamos aplicar la lógica a todo. Donde estuvo el cambio? donde estuvo el intercambio de información, donde se produjo la interrupción de la secuencia lógica.
A caso lo que ocurre no sería parte de algo lógico? Por qué siempre debe ser como nosotros pensamos? lo cierto es que siempre hay margen de error. Estamos acostumbrados incluso a que puedan haber errores o cambios imprevistos a último momento. Pero nada que salga dentro de los parámetros. Cuando algo sale de los parámetros, todas las alarmas saltan y mientras las bocinas nos aturden intentamos tranquilizarnos y deducir las respuestas... por qué, cómo, dónde?
Podrás callar las alarmas en tu cabeza? podrás hacer caso omiso a las luces parpadeantes que nos ciegan?
Finalmente determinar que es bueno y que es malo.
Somos un tornillo que intenta equilibrar todo un mecanismo de balanzas.
Pensamos que si hay un desfasaje es porque algo no esta bien. Necesitamos mantener el control.
Pero no hay ningún control mas que el reconocimiento de patrones y formas. Hay cuestiones para la que uno nunca estuvo ni estará preparado.
Seremos capaces de abordarlas con dignidad? sabremos regir bien nuestro sistema de valores antes de que nuestro propio ego nos destruya?


Las palabras quedan mudas ante tu ausencia. Quedan muertas en el ataúd siendo aquel pozo de la garganta quebrada, tras la oscuridad de sus dañadas paredes donde las almas torturadas rasgan.
Como un agujero negro del que no puede escapar nada, como una tierra negra del que sobresalen sus amargas lapidas.
Los labios quedaban sellados como si una maldición los mantuviera atados, como si estuvieran cosidos con hilos intolerables. Mientras intentan cantar, se lastiman con la misma fuerza que utilizan.
Como si estos estuvieran tocados por un dedo vertical en posición de silencio, igual que una tapa pesada cubre la entrada a un desagüe.
Así que nada puede ser exorcizado, nada puede salir de su limbo de penas. El lamento se derrama en las superficies hirientes que el temblor de los quejidos mantienen vulnerables pero despiertas, tal si la tortura fuera lo único que esperan.
Me había quejado del vacío... pero no supe que era una respuesta a la desgarradora conciencia de la condena. Si todo lo bueno se trasforma en malo por una enfermedad, contagio o veneno, entonces el vacío.. se esparce como si un animal devorador estuviera carcomiendolo desde el propio interior. 
Si hay desesperación pronto se caera en la locura, pero si no hay nada, nada puede ser herido. Aniquilación u ocultación? Pueden las memorias reconstruir una porción dolorosa si estas tienen la tarea importante de la reconciliación? Tendrá un papel fundamental o es preferible borrarlo incluso del olvido?

Pensé que en algun punto de todo esto, las cosas comenzarían a tomar un rumbo diferente, algo mas... alentador.

Quizás no hacia falta siquiera mencionar el tropiezo de las horas, el colapso del mundo, la asfixia de la voluntad, el adormecimiento de la luz.

A caso era el nigromante que con rituales de recuerdos podía hacer de cuenta que revivía al muerto?

Pero no, mas que un poderoso hechicero destruyendo las leyes de la naturaleza era un enfermo, quizás un moribundo con delirios extremos.

Y asi lo fue... mientras te alejabas, yo perseguía fantasmas.

El miedo puede volverse adrenalina cuando las opciones tienden a cuestiones positivas.
Pero si no hay ninguna razón para pensar en cosas buenas, puede ser desesperante. El miedo solo se vuelve una razón para tener mas miedo.

lunes, 3 de diciembre de 2018

La mariposa de Einith...



Pensar en la felicidad era extraño cuando se está en total desprovisto de esta ¿no lo crees?
Ver las personas riendo, los momentos intensos alargándose en cada segundo. Ellos perdiéndose, embarrándose en el fulgor de la vida, disfrutándolo como si no hubiera mañana, ni personas, mientras uno observa absorto. Es algo especial uno sabe, de aquel tipo de cosas en lo que no se toma partida más que en el tacto de la mirada y la empatía si se tiene esa virtud.
Y Andrew estaba siendo testigo de esa extrañeza. No porque haya visto a nadie feliz, sino porque en ese momento le pareció quizás que el mundo era mucho más feliz que él. Como si hubiese una especie de culpa en lo que él era. Como si en esa felicidad estaría escondida una intención oculta de demostrar superioridad y querer que la envidien. Era triste. 

A escondidas de todos sus conocidos había subido a la terraza del Edificio Einith, cuestión que obviamente estaba prohibida y mas para los jóvenes de su edad. 
Era un día de lluvia pero no le importó, él quería hacer algo interesante. Además aunque estaba lloviendo aun tenía unos resquicios de madera hecha como cuarto o pórtico improvisado para dejar herramientas, y por donde acomodarse para que las gotas no lo alcancen.
Por sobre sus hombros, vio a través de uno de los polvorientos cristales maltrechos por la intemperie y divisó a uno de sus amigos acurrucado en el pequeño montículo cercano al banco del exterior. No lo conocía tan bien, recién ese año ingreso al colegio, pero supo por intuición que ese lugar intentaba ser un punto ajeno de las miradas, además de que lo acobijaba. Las paredes próximas estaban lo suficientementemente desplegadas como para hacerlo sentir mas protegido dentro de su indefención, como también libre de movimiento, sin estar "atrapado". Puesto que algunos lugares pueden llegar a resultarnos incómodamente estrechos. Este no era el caso.
Era como si el cuerpo de aquel estuviera preparado para esos espacios y él lo supo porque le ocurría lo mismo. Elegía lugares poco habituales en los que estar ya que estos le resultaban simplemente mejor. 
Pasaron varios minutos entonces dedujo que aquel amigo, acurrucado y mojándose se sentía fatal. Sabía que tras la marcada infelicidad el tiempo se frena. Similar en "cierto aspecto" a lo que ocurre estando con el sentimiento contrario. Tanto felicidad como infelicidad extrema alteran el espacio- tiempo.
No supo si bajar a ir con él.
La imagen le recordó como se intensificaban los colores al sentir alegría... como cuando una vez corría por el campo lleno de flores siendo un niño y se encontró con una enorme mariposa que se poso sobre su antebrazo. Él la inspecciono fascinado hasta que su madre lo llamo a lo lejos. Tenía la imagen clara de cuando la mariposa alzo un pesado vuelo molesta por el llamado y lo dejo tranquilo marcharse.
Y el contraste de algunas escenas... la fría piel con pelos en punta de su brazo. Estaba asustado tras un compartimiento en el garage utilizado para escabullirse de su padre por romper una maceta. Su respiración agitada y los pasos acercándose presagiando lo que sería una paliza asegurada hasta oler y sentir su propia sangre.
Seguramente algo sucedió en su amigo, que transfiguraba todas las sensaciones a algo terrible, en esos momentos que se marcan dejando traumas.
Se apenó por aquel y comenzaron a humedecerse sus ojos. Cuando de nuevo escucho unas pequeñas alas desplazarse hasta un rincón cercano a él que lo hicieron volver toda su atención. Pensó en una polilla moribunda pero no fue así.
Esta vez lo miraba un insecto con alas de mariposa. Al acercarse vio sus peculiares rasgos, mas que insecto parecía una pequeña hada, tenía rasgos humanos, pies, manos, cuerpo. Sin embargo la cabeza era diferente. Era como la calavera de un pájaro muerto de un pico alargado, afilado y puntiagudo. Estaban a descubierto todos sus dientes, incluso la cavidad vacía de sus ojos.

domingo, 25 de noviembre de 2018

She laught of me... I swear...



Siempre le había resultado extraña esa peculiar pieza de decoración, entregada a su madre mucho antes de que incluso él naciera. Por lo tanto no podía hacerse a un lado la antigüedad que portaba. Ciertas marcas y manchas del paso del tiempo ponían fuera de duda esa cualidad. Y era eso lo que le daba un aire incómodo, como si fuera "algo ajeno" por mas de que haya pertenecido a su familia hacía más de 25 años.
Era una pequeña estatuilla de un ángel de rasgos femeninos. Y podía notarse claramente que era apenas una niña. Su altura, la forma de su cara redondeada con cachetes saltones, unos ojos grandes, a contrario de su nariz y boca, eran pruebas suficientes. No podía faltar unas alas demostrando no solo su divinidad sino que pureza e inocencia.
Siempre había permanecido igual... en aquel estante a la altura de su cabeza. Y siempre que pasaba por la cocina la veía alegre con sus ojos dirigidos hacia un punto perdido, en ocasiones encontrándose su mirada directa.
No fue hasta que todo empezó a retorcerse, a marchar como el demonio, que comenzó a tomarlo como una burla hacia su integridad, una forma dañina que le producía una especie de confusión entre miedo, rechazo y enojo. Problemas familiares, de estudio, el abandono de su novia lo dejaron en una posición desdichada y miserable.
Entonces comenzó a creer que la risa de burla de aquella niña ángel siempre había sido dirigida hacia él.
En que estaba pensando? Se preguntó. Era una estupidez. En qué momento había iniciado esos síntomas? la respuesta quedaba en algún punto perdida en su historia, tal si se difuminara con otras situaciones.
Antes de volver a la hipnótica contemplación de aquella figura, decidió apartarla hacia otros elementos de la casa. Pero el daño ya estaba instaurado. Vio en el mismo estante otra estatuilla esta vez de un buda gordinflón. Este permanecía sentado y sus dos manos se dirigían a la boca para taparse la gran carcajada que no podía contener. Por eso él que inspeccionó ese desalentador panorama de risas se quedo inmóvil sintiendo pena de sí mismo. Una máscara en la pared se sumó con otra sonrisa diabólica para terminar de rematar la escena. Y sus lágrimas se derramaron llenas de bronca y repudio.
Quiso gritar pero lo escucharía su familia.
Decidió, por eso, esconderse en el baño hasta que el cansancio le ganara y ya perdido, poder salir con los sentimientos muertos.



martes, 20 de noviembre de 2018

Seguir...



Todas las luces se habían apagado de nuevo.
La música, los sonidos, la vista de las cosas externas,
el aire fresco o cálido, el movimiento que pasaba a ser estático...
el tiempo que con la ultima succión de aire se detuvo con su cuerpo lleno en seco.
Y ante él aparecía de nuevo solo una hoja en blanco.
Era lo único que tenía.
Como si todo fuera un juego...

Había pensado en las variantes, había vivido sus fantasías
Pero no importaba lo que el hiciera o deje de hacer...
todo apuntaba a ese último momento. Perdido entre el espacio. Envuelto en una hoja de papel.
Perder... perder era desesperante...
y el universo susurraba maliciosamente esa palabra hacia tiempo,
cada misero segundo,
solo que... cuando se dan las condiciones adecuadas se puede escuchar
como si no tuviera fin, de hecho no lo tiene.

Rió nerviosamente, con ironía,
los demás no podrían entender...
era un miedo tan intenso como si aparecieras
de repente a escasos kilómetros de un agujero negro.
Como si la vida no valiera nada...
y con un desespero tal que no puedes concentrarte siquiera
para morir con algún pensamiento feliz y calmo.


El torbellino no se detenía y él seguía dando vueltas en círculos.
Psicodélicamente.
Era lastimero volver a empezar...
Como si se estampara contra una pared, 
como si chocara contra su cama y
la cabeza golpeara a la almohada.
O como si una fuerza lo hiciera caer al suelo en esas mañanas donde "despertaba".
No había dolor, pero si un sutil impacto
entre las superficies de su piel. Marcadas por un sistema nervioso
llegando hasta la matriz de su ser.

Eso le daba la señal de que aunque no tenga ganas
debía levantarse a hacerle frente al día.
Nadie veía la realidad...
pero él se desdoblaba en un gran esfuerzo.
Su fantasma aparecía junto a su cuerpo cansado
y lo levantaba de los pelos.
A continuación lo vestía, lo llevaba a rastras hasta el baño
para lavar su cara y peinarlo.
Y lo depositaba en el auto...
Allí cobraría de a poco la consciencia...
o quizás nunca la tuvo.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Solo con el sonido


Y allí... solo en la nave, se encontró consigo mismo, por primera vez en mucho tiempo. El silencio lo invadía todo, dejaba de ser un síntoma para ser un estado permanente. Abarcando una nueva dimensión, un espacio con sus delimitadas paredes. Fuera de ello había otra cosa, quizás otro silencio, quizás otra quietud, otra vida, pero definitivamente alejado de ese estado opresivo de desgano.

Simplemente se encontró, viendo al frente. Y era lento, estático, inalterable. Él se encontraría casi amordazado... deslizando su mirada por detrás, en donde se abría la inmensidad del cosmos;
Un juego de luces intermitentes junto con polvos de colores que tenían un ritmo tan dispar comparado con lo simple de nuestras vidas, que... se nos hace inabordable.

Le había recordado aquella vez cuando de joven inspeccionaba a través del vidrio de un colectivo las calles de una ciudad en una tarde moribunda, sin él poder hacer nada más. Incluso se le había olvidado el lugar al que debía llegar por estar observando. Ese instante era ... eterno tal si no quisieran largarlo. Y las personas caminaban fuera y vivían sus vidas ajenas sin preocuparse un segundo por aquel que... pasaba en el colectivo.

Unos acortados centímetros de grosor lo dividían ante la total perdida de sus sentidos en la caída libre hacia un vació absoluto. Tal vez sería como caer en el pozo de sus pensamientos, y estos nunca cesarían hasta que se diluyan como cenizas esparcidas por el viento. En consecuencia, sabía que sus tantos pesares, terminarían haciendo parecer aquella tragedia en días enteros antes de tocar el fondo de la muerte.

Le saludaban muchas estrellas en esa " larga noche". Lo sentía así puesto que no tenía un amanecer como tal, el sol no se aparecía por las ventanas. O mas bien aquellas estrellas se le habrían como un amplio espectro de intensidades, que jamas fuese posible experimentar en imaginaciones, por lo que comprendió la excentricidad e importancia del "viaje". Así que... era un extraño... alguien que pasaba por allí, pero que en realidad no existía. Estas no le prestaban ninguna atención. Era invisible, era ignorado.

Se encontró completamente solo, muerto de miedo y perdido. No pudo evitar suspirar por la desesperante revelación del ingreso a terrenos tan profundos e inexplorados. También se le entreabrieron los labios agonizantes, angustiantes de dolor, espanto a la vez que una lágrima final corrió sobre su piel antes de borrar cualquier rastro de expresión en la insurrección de la consciencia. Trabado en la tragedia. Un astronauta muerto antes de siquiera empezar su misión.

Tanto esfuerzo para llegar a eso. A un punto sin retorno.

De alguna manera ese sonido proveniente de los propulsores era... tranquilizador. Aniquilante, directo, sincero, seco. Solo el sonido constante de una llamarada plateada produciendo el trabajo inconsciente de movimiento.
Para aquel insecto suponía un avance impresionantemente rápido. Pero para niveles elevados no era mas que un insecto queriendo llegar al otro lado del mar.

Había pasado varios años, camino en algunos planetas y sus estadías habían sido cortas, pero eso si... demasiado intensas. A veces tuvo que reparar su nave de fallos previstos e imprevistos, otras veces pudo prepararse un jugo riquísimo en uno de sus rincones preferidos al tener tiempo libre.

Era claro cuando la velocidad se mueve a un costado tuyo mientras estas tan estático que competirías con la mejor estatua. Tus fantasmas se disparan por todas las salas, recordándote lo que hiciste. Las cosas simples que le dan importancia a tu insignificancia. Cómo explicar el sabor, los aromas, los colores... las sensaciones.

Sin embargo aquella nave, en total silencio y de donde solo se precipitaba y crispaba el sonido monótono de unos propulsores... le daban una señal inequívoca a cada paso, en el trastabilleo que se produce entre instante e instante... tropesándose unos con otros rompiendo el tiempo, quebrando las agujas. En la danza dramática y mortal de una hoja cayendo al suelo. La señal de que simple y llanamente estaba viajando.

Si... era extraño entenderlo... era extraño interpretarlo cuando se esta años enteros tras objetivos falsos que siempre se estropean.

Allí en medio de ese sonido lo descubrió tan claro como para jamas ser desechado. Ese sonido traía consigo sus faltas de ganas, su cuerpo agotado, completamente cansado, frustrado... ese sonido trasportaba sus luchas, sus sufrimientos, todo su dolor. Toda su esperanza.

Aquel sonido terminara? pensó. Encontraré otro planeta?

O aquella habrá sido la ultima vez? cesará ese sonido para terminar en la fría culminación de mi existencia? Estaré siendo tragado por unas fauces que no veo? Tal vez siempre lo estuve... incluso desde el día de mi nacimiento.

Ya nadie atendería sus llamadas, ni encontraría humano alguno para poder hablar de sus experiencias, entonces ese lienzo infinito de puntos brillantes entre mares de oscuridad.. se había filtrado por sus ojos, lo habían traspasado hasta transformarse justamente en los suyos apoderándose de estos.

Los ojos de alguien perdido en el espacio, incluso aunque sus ojos se cierren por siempre.... jamas dejaran de ser el eterno espacio.

Así que ese espacio iba en la nave...... escuchando el ruido tranquilizador y constante de unos propulsores funcionando. Quizás... eso serian lo ultimo que escucharía, lo ultimo que experimentarían.

Tan solo fue eso... el extraño sentimiento surrealista y abstracto.. de estar solo... con el sonido de tu nave funcionando.